El deporte y el aprendizaje tienen una base comun. Repetición, repetición y repetición

Deporte, aprendizaje y liderazgo

Deporte, aprendizaje y liderazgo

Deporte, aprendizaje y los propósitos de año nuevo

Todos sabéis lo que son los propósitos de año nuevo, esa lista de cosas que todos los años nos juramos que vamos a hacer.

¿Y quién no ha incluido en sus propósitos de año nuevo ‘hacer deporte’ o ‘mejorar mi inglés’? Ambas cosas buenas para tu cuerpo y tu desarrollo profesional.

Como primer post del año, quiero compartir unas reflexiones personales sobre deporte, aprendizaje y liderazgo. Espero que a alguno de vosotros le ayude a conseguir sus propósitos.

Este año si.

Deporte y aprendizaje

Hay dos momentos que marcaron mi niñez.

La primera con seis años, quizás la única vez que estudié la lección con mi padre y aprendí -y no lo he olvidado desde entonces- que las ciudades fenicias eran Biblos, Tiro y Sidón, después de repetirlo unas doscientas veces. Es mi primer recuerdo de aprendizaje consciente.

La segunda, con doce, cuando decidí hacer ‘caballitos’ con mi bicicleta de BMX y estuve días y semanas y meses practicando, hasta ser el héroe del barrio.

Son aprendizajes muy diferentes, uno tiene que ver con el desarrollo de la memoria y otro con la potencia y el equilibrio. Pero los dos siguen el mismo patrón, repetición, repetición y repetición.

No te preguntes si serás capaz de hacer algo, solo si merece la pena invertir el esfuerzo necesario

Esas dos experiencias me enseñaron que, a base de repetición, puedes desarrollar cualquier habilidad. A partir de entonces ya no me pregunto si seré capaz de hacer algo, solo si merece la pena invertir el tiempo y el esfuerzo necesario.

Deporte y resistencia mental

Una de las sorpresas de mi vida profesional es que buena parte de los CEOs y directores generales que he conocido tienen una enorme resistencia mental. Siguen frescos y alerta después de varias horas de reuniones  y, en general, les encanta trasnochar. En alguna etapa de su vida han salido de fiesta todos los días de la semana.

No soy especialmente fuerte en este área. Como buena parte de los ingenieros, solo puedo concentrarme desde las 9:00 hasta las 14:00. ¡Cuántas veces he intentado madrugar para mejorar mi productividad y sólo he conseguido una espesa niebla mental! También he intentado ‘seguir a tope después de comer’ con idéntico resultado.

Tampoco soy un cierrabares. Mi cerebro, cual cenicienta, se apaga con las doce campanadas. Ni he podido estudiar de madrugada, ni quemar el alcohol de la noche.

Pero esta resistencia mental también se entrena. Puedes mejorar tus pulmones, la vascularización y el aporte de oxígeno al cerebro, incluso regenerar tus neuronas, mediante un entrenamiento con mucho volumen de trabajo a baja intensidad. Puedes mejorar la resistencia de tu cuerpo y de tu mente para que aguanten toda la noche.

Deporte y resiliencia

La resiliencia es la capacidad de soportar una presión elevada durante periodos prolongados de tiempo.

Cuando lideras un proyecto complejo, puedes estar meses e incluso años remando contra la corriente sin apenas avanzar. La resiliencia te ayuda a no tirar los remos por la borda.

La resiliencia se entrena con deportes de larga distancia, donde buscas tu ritmo y sigues y sigues y sigues. No es de extrañar que muchos directivos practiquen maratón o hagan largas salidas de MTB. En estas disciplinas entrenas tu cuerpo y entrenas tu voluntad. Abandonar es fácil. Encuentra un motivo para dar una zancada mas, para superar la siguiente pendiente, para llegar hasta el horizonte.

Deportes de riesgo y liderazgo.

Todos sabéis lo que son deportes de riesgo. Esos en los que de vez en cuando pierdes el equilibrio y acabas rodando por el suelo.

Si alguno de vosotros practica deportes como el mountain bike o el esquí, quizás entendáis a que me refiero si os hablo de la línea blanca.

La línea blanca es una senda imaginaria de color claro que tu cerebro superpone sobre el terreno y te muestra la mejor forma de afrontar una zona especialmente complicada. Has alcanzado un buen nivel cuando, a fuerza de pasar por zonas difíciles, tu cerebro es capaz de construir esa línea imaginaria y tu técnica te permite seguirla.

He practicado varios deportes con un cierto riesgo. BMX, enduro, esquí, MTB, y trail running. En todos ellos he conseguido ver esa ‘línea blanca’, aunque no siempre he alcanzado la técnica necesaria para seguirla. Las tablas de esquí y las motos de enduro siguen teniendo voluntad propia.

En la dirección de empresas, a base de tomar decisiones, también he sido capaz de ver esa ´línea blanca’. Intuir las actividades rentables, los proyectos que si podíamos abordar o sentir el pulso del mercado. Esta habilidad me ha permitido pilotar durante 25 años la empresa que creamos en los años de facultad.

La labor de un líder es construir esa línea blanca imaginaria y conseguir que el equipo pueda seguirla.

Como líder, eres el responsable de construir esa línea blanca y hacer que la organización se mueva sobre ella. Con los años, aprendes a leer el entorno y a usar tus limitados recursos de la forma más eficiente posible. Sabes que has acertado cuando la facturación crece año sobre año y consigues beneficios.

Pero en estos deportes tienes unos límites, marcados por tu técnica y tu apetito por el riesgo. No intento hacer los descensos extremos del circuito Red Bull. Tampoco dirigir un gran grupo empresarial. Mi técnica y mi apetito por el riesgo están muy lejos de los necesarios.

Buscas senderos y pistas adecuadas a tu nivel, pero hay veces que entras sin querer en una de estas zonas solo para expertos. Llegas con tus esquís a una fuerte pendiente helada. El sendero por el que pedaleas se transforma en un descenso vertical entre árboles y piedras. La facturación se desploma y los beneficios se transforman en pérdidas.

Entonces te detienes un momento pero no te bloqueas. Avanzas, giro a giro, metro a metro, rezando para no resbalar, hasta que encuentras una nueva pista por la que avanzar.

Solo si has pasado por una de estas zonas, entiendes la sensación de éxito cuando la superas y sigues adelante con nuevas habilidades en tu bolsa de herramientas.


Reinventarse

7 motivos por los que es difícil reinventarse

Reinventarse es difícil

Hay conceptos que están de moda; reinventarse, transformación digital, pivotar, emprendimiento… Parece que si no te estás reinventando, estás poniendo en peligro tu vida profesional.

Cientos de libros y miles de artículos de internet te explican cómo liderar con éxito esta transformación. Pero pocos analizan por qué es difícil reinventarse, sobre todo cuando tienes muchos años de experiencia.

Creo que es necesario llenar ese vacío para que, llegado el momento, comprendas esas fuerzas que bloquearán tu transformación.

Escribo este texto en nuestro 26 aniversario. Nuestros consultores están encantados con su experiencia novanotio, somos la consultora de referencia de nuestros clientes y buscamos más ingenieros de los que conseguimos encontrar. Sin embargo, es cuestión de tiempo que una disrupción digital arrase nuestro sector.

Una situación perfecta para reinventarse, pivotar y hacer una transformación digital, ¿verdad?

7 motivos por los que es difícil reinventarse.

1. La pereza de la sabiduría.

Gracias a nuestra experiencia, somos conscientes de las enormes dificultades de realizar una nueva actividad empresarial. No es que creamos que va a haber problemas, es que conocemos con detalle cada uno de los obstáculos que vamos a encontrar.

Siempre digo que creamos novanotio porque no sabíamos que era imposible.

2. El conocimiento estadístico.

Solo un pequeño porcentaje de las start-up consigue alcanzar el éxito, -si entendemos como éxito colocar tus acciones a una multinacional-. El porcentaje de emprendedores que consigue beneficios es todavía menor.

Cuando estás acostumbrado a dar resultados, embarcarse en una aventura con probabilidad de éxito inferior al 1% es poco motivador.

3. El cambio del foco de actividad.

No tiene sentido quemar tu dinero si el porcentaje de éxito es inferior al 1%.

Así que, cuando emprendes o te transformas o pivotas, tu foco pasa de resolver el problema de tu cliente a levantar dinero en rondas de financiación.

Y creo que somos solventes creando soluciones tecnológicas, pero muy torpes pidiendo dinero. ¿De verdad queremos dedicarnos a algo que se nos da francamente mal?

4. El coste de oportunidad.

Cuando tienes una empresa optimizada para realizar una función, pues eso, está optimizada.  Si dedicas tiempo a otras actividades es a costa de la atención a tus clientes actuales.

¿Vas a sacrificar la calidad de tu trabajo persiguiendo unos beneficios que no llegarán en el 99% de los casos?

5. El Retorno de Inversión o ROI

Da igual si el dinero es tuyo o de inversores, todos queremos que el retorno de inversión sea rápido.

Y en nuevas actividades empresariales, el retorno de inversión típico está en torno a los cuatro o cinco años. Es sencillamente demasiado tiempo.

Sentirás la presión de tus inversores o, peor incluso, la tuya propia. No es una sensación agradable.

6. El peso de tus errores

Acabo de superar la barrera de los 50. En este tiempo he tenido -como todo el mundo- éxitos y fracasos.

Sin embargo, nuestro cerebro está diseñado para recordarte tus fallos, para que no los olvides, para que aprendas de ellos. Un impresionante avance evolutivo que nos ha colocado en la cúspide de la pirámide alimenticia, a costa de nuestra felicidad.

Con el paso de los años, el peso de nuestros errores se vuelve abrumador. Te sientes como Sísifo empujando una piedra que crece con cada iniciativa estéril.

Como medida de autoprotección, te centras en conseguir éxitos, en hacer lo que sabes que sabes hacer bien. ¿Quién quiere arrastrar una piedra cada vez mas pesada?

Lo llaman zona de confort.

7. La falta de pasión

Si vas a enfrentarte a tu sabiduría, luchar contra la probabilidad y quizás arrastrar el peso de otro fracaso, necesitas encontrar un desafío que te apasione. Y no es fácil encontrar un problema tan seductor que te empuje fuera de tu zona de confort.

Reinventarse es cambiar pájaro en mano por ciento volando. Si la principal cualidad de un emprendedor es la resiliencia, la pasión es el combustible que alimenta su energía.

Por eso es más fácil reinventarse cuando eres joven. No es que tu piedra de Sísifo sea más liviana, es que es más fácil enamorarse.

Marc Andreeseen, uno de los pensadores más influyentes de Silicon Valley, da este consejo a los jóvenes: «No sigas tu pasión. En serio, ¡no sigas tu pasión! Es probable que tu pasión sea más tonta e inútil que cualquier otra cosa. Tu pasión debe ser tu pasatiempo, no tu trabajo. Dedícate a ella en tu tiempo libre.»

Marc sabe que cuando tienes experiencia, no te hacen falta advertencias sobre la pasión.


Cómo conocer la cultura de una empresa

Cultura de una empresa. Fixed Mindset vs Growth Mindset

Cultura de una empresa. Fixed Mindset vs Growth Mindset

En este artículo vamos a ayudarte a diferenciar las dos principales culturas de empresa que existen, Fixed Mindset y Growth Mindset, y en cuál encajas mejor.

Es importante que conozcas cómo eres, porque encajarás mejor en empresas con una cultura similar a la tuya. Si te equivocas, te encontrarás a disgusto con cada decisión, pensarás que lo hacen todo al revés y terminarás quemado.

La buena noticia es que puedes adivinar la cultura de una organización antes de firmar un contrato laboral. Aquí te damos pistas de cómo hacerlo. ¡Tienes que estar muy atento a los comentarios de tus futuros jefes y compañeros!

1. Concepción del talento.

Los partidarios de la cultura Fixed Mindset creen que el talento es innato. Los reconocerás por la frase ‘puedes enseñar a trepar a un pavo, pero es mejor contratar a una ardilla’. Los Fixed Mindset contratan talento.

Los defensores de la cultura Growth Mindset creen que el talento se desarrolla. Defienden que cuanta más formación reciben sus colaboradores, mejor desempeñan su actividad. Los Growth Mindset desarrollan el talento de sus equipos.

2. Formación

Los Fixed Mindset piden certificaciones de los conocimientos técnicos.

Los Growth Mindset invierten su tiempo con sus colaboradores hasta que son capaces de trabajar de manera autónoma.

3. Liderazgo

Los Fixed Mindset utilizan sistemas de castigo y recompensa. El bonus por objetivos es su herramienta para mejorar los resultados.

Los Growth Mindset utilizan la motivación, la confianza y los desafíos. El feedback positivo es su herramienta para incrementar la productividad.

4. Si los proyectos van retrasados…

Los Fixed Mindset exigen un sobresfuerzo al equipo,

Los Growth Mindset protegen a su equipo y gestionan las expectativas del cliente. Es frecuente que el equipo decida quedarse unas horas sin que nadie se lo pida.

5. Motivación

Los Fixed Mindset creen que los buenos profesionales vienen formados y motivados de casa.

Los Growth Mindset saben que a los buenos profesionales hay que formarles y motivarles todos los días.

¿Es Growth Mindset mejor que Fixed Mindset?

Es obvio que ambas culturas de empresa, Fixed Mindset y Growth Mindset, son muy diferentes, pero, ¿es mejor una que otra?

Definitivamente no. La cultura Growth Mindset no es mejor que Fixed Mindset ni viceversa. Hay fantásticas compañías de ambos tipos.  Lo  importante es que tengas claro en cual encajas mejor. En este artículo de nuestro blog te ayudamos a descubrir cómo eres usando el test de Gallup.

Sin embargo, hay actividades donde un enfoque parece más adecuado que el otro.

Como norma general, si el resultado obtenido es proporcional al tiempo de trabajo, como ocurre en las fábricas, el modelo Fixed Mindset funciona con notable eficacia.

Si por el contrario, no hay relación directa entre el tiempo empleado y el resultado obtenido, como en el desarrollo de software, es más conveniente el enfoque Growth Mindset.

Enlaces de interés

Esta discusión entre Fixed Mindset y Growth Mindset es sólo la punta del iceberg sobre cultura empresarial. El libro más completo que he encontrado sobre el tema es ‘Brave New Work’ de la consultora americana The Ready.

Te invito también a que descubras en este enlace cómo una pobre cultura empresarial puede destruir equipos y desmotivar a los trabajadores.

¡Suerte en tu aventura profesional!


Es hora de cambiar de puesto. Te ayudamos a descubrir que roles se te dan mejor usando el test de fortalezas de Gallup

Cómo orientar tu carrera profesional usando el test de Gallup

Cómo orientar tu carrera profesional usando el test de Gallup

En el entorno tecnológico es fácil tener una primera promoción

Estás haciendo un gran trabajo como programador, y como premio te han propuesto cambiar de actividad. Quizás te han pedido que lideres a un grupo de consultores. O tal vez que asistas a una reunión de ventas.

En el entorno tecnológico es fácil tener una primera promoción. Descubrirás que hay roles que te son tan naturales cómo respirar y otros en los que, a pesar de tu esfuerzo, sólo recibes disgustos. ¿Cómo saber si la jugosa manzana que te ofrecen está envenenada?

El test de fortalezas de Gallup

Vamos a estudiar cómo orientar tu carrera profesional usando el test de fortalezas de Gallup. Si todavía no lo has hecho tienes el enlace aquí. Considera estos veinte dólares como una de las mejores inversiones de tu vida.

Este test te descubre tus principales fortalezas, es decir, los tipos de talento que has desarrollado de forma natural. Gallup distingue entre treinta y cuatro fortalezas que se agrupan en cuatro ámbitos:

  • Fortalezas de ejecución. ¿Qué es lo siguiente que tengo que hacer? Si tu única recompensa es un trabajo bien hecho o no puedes dejar una tarea a medias, eres un auténtico ejecutor.
  • Fortalezas de pensamiento. ¿Cuál es la mejor forma de hacer las cosas? Si no puedes dejar de estudiar o tienes una potente capacidad analítica eres todo un pensador.
  • Fortalezas de relación ¿Cómo construyo relaciones? Si rápidamente sabes cómo son las personas, o para ti lo más importante es el ambiente de trabajo, tienes este tipo de fortalezas.
  • Fortalezas de influencia. ¿Cómo consigo convencer a los demás? Si siempre tienes en la boca la palabra adecuada considérate un influencer.

¿Qué fortalezas ayudan a desempeñar los distintos roles tecnológicos?

No todos los roles tecnológicos precisan de las mismas fortalezas. Según el resultado de tu test de Gallup, te sentirás más cómodo en unos u otros puestos.

Si tus fortalezas son de pensamiento y relación

En los primeros test de Gallup que realizamos, descubrimos que los mejores programadores combinaban fortalezas de pensamiento y relación.

Pronto nos dimos cuenta que, para programar, los vínculos emocionales son muy importantes, porque facilitan la construcción de las especificaciones y la coordinación de las tareas.

En resumen, si tus principales fortalezas son de relación y pensamiento, la programación se te dará bien de forma natural.

Si tus fortalezas son de pensamiento

Sin embargo, si la mayoría son de pensamiento, estarás más cómodo en roles con más complejidad y menos relación, como la administración de sistemas o la ciberseguridad.

Si tus fortalezas son de relación

Si tus fortalezas son sobre todo de relación, busca trabajos donde tengas que estar en contacto con el cliente. Los roles de soporte combinan una parte de conocimiento técnico y mucha relación con los usuarios de las aplicaciones y sistemas.

Si tus fortalezas son de relación e influencia

Si a las fortalezas de relación se suman las de influencia, tu sitio está en el área de ventas. Aquí tu misión es crear un vínculo con el cliente y convencerle de que ponga una firma. ¡Como pueden pagar esas comisiones por un trabajo tan sencillo!

Si combinas fortalezas de pensamiento e influencia

La combinación de pensamiento e influencia es interesante para liderar equipos. Te sentirás cómodo en las posiciones de Líder Técnico, Jefe de Proyecto o Gerente.

Si tus fortalezas son sobre todo de influencia

Cuantas más fortalezas de influencia aparezcan en tu test de Gallup, más cómodo te sentirás con cada ascenso. Director de Operaciones, CIO, CTO… El cielo es el límite.

Si la mayoría de tus fortalezas son de influencia, tu sitio está en la alta dirección. Algunos te llamarán trepa o pisacuellos. Bueno, quizás no has sido el mejor técnico, pero siempre sabes lo que tienes que decir. Y esas fortalezas te empujarán a los roles que empiezan por C.

¿En qué organizaciones encajarás mejor?

Si tus fortalezas son sobre todo de pensamiento, estarás más cómodo en organizaciones con cultura Growth Mindset.

Por el contrario, si son de ejecución o influencia, busca empresas de tipo Fixed Mindset.

En este artículo de nuestro blog analizamos las diferencias entre ambos tipos de liderazgo.

Alinea tu trayectoria con tus fortalezas

Cuando tu trayectoria profesional está alineada con tus fortalezas, te pagan por hacer lo que se te da bien de forma natural. En el caso contrario también puedes hacer un trabajo brillante, aunque a costa de un mayor esfuerzo y desgaste personal.

¿Quieres saber que actividades son mas adecuadas para ti? Envíame el resultado de tu test de fortalezas y te daré algunas ideas para orientar tu carrera.


El test de fortalezas de Gallup puede ayudarte a construir equipos de alto rendimiento

Construir equipos de alto rendimiento usando el test de Gallup

Construir equipos de alto rendimiento usando el test de Gallup.

El test de fortalezas de Gallup puede ayudarte a construir equipos de alto rendimiento.

Un equipo de alto rendimiento tan solo es un grupo de consultores que trabajan con confianza. Personas normales que consiguen resultados extraordinarios. En este post descubriremos cómo usar el resultado del test de fortalezas de Gallup para diseñar los equipos. No siempre el mejor programador se transformará en un buen Jefe de Proyecto.

Tipos de consultores

El test de fortalezas de Gallup distingue entre 34 tipos de talento, que se agrupan en cuatro ámbitos; pensamiento, relación, ejecución e influencia. Hay por tanto cuatro tipos básicos de consultores tecnológicos, y como en Hogwarts, mejor si los combinas en un determinado orden y proporción.

Los consultores con fortalezas de pensamiento son los más abundantes en tecnología. Antes se les llamaba soñadores, ahora se les llama gurús. Sienten curiosidad y ganas de aprender, pero les cuesta madrugar, solo son productivos cuatro horas al día y les aburren las tareas repetitivas.

Los consultores con fortalezas de ejecución son igualmente frecuentes. Antes se les llamaba diligentes, ahora se les llama machacas. Les gusta madrugar, son incansables, ejecutan con precisión tareas repetitivas y les encantan los procedimientos.

Los consultores con fortalezas de relación son algo menos frecuentes en nuestro entorno tecnológico. Antes se les llamaba dicharacheros, ahora se les llama soporte de nivel uno y dos. Se les reconoce porque siempre tienen un tema del que hablar, generalmente relacionado con personas. No sienten la curiosidad de los pensadores ni son incansables como los ejecutores, pero  aportan cohesión al equipo.

Por último los consultores de influencia son los menos comunes. Antes se les llamaba trepas, ahora se les llama trepas. No son brillantes como los pensadores ni eficientes como los ejecutores, pero escuchándoles se diría que hacen el trabajo de todos ellos. Tienen montones de conocidos y la palabra adecuada siempre en la boca.

¿A quien elegir como Jefe de Proyecto?

El Jefe de Proyecto es un perfil de gestión, sus funciones son atender al cliente y motivar a su equipo. ¿Quiénes son los mejores candidatos?

La decisión más habitual es promocionar a los consultores de pensamiento. Por su curiosidad y su facilidad para adquirir nuevos conocimientos harán un buen trabajo en cualquier rol. Aunque cuidado, les cuesta tomar decisiones. La parálisis por análisis es su talón de Aquiles.

Los consultores de ejecución también son una buena opción. Son incansables, soportan el estrés y las jornadas interminables. ¿Su punto débil? Creen que todos deben ser incansables como él. ¿Os acordáis de la tercera ley? ¿Presión x Talento = Constante? Ellos son La Presión, y pueden destruir el talento del equipo.

Los consultores de relación son la elección menos habitual. No son brillantes como los de pensamiento ni incansables como los de ejecución. Si los promocionas a Jefe de Proyecto, gestionarán sobre todo el ambiente de trabajo.

Pero la decisión más sabia es elegir a los consultores de influencia, porque saben lo que conviene decir en cada situación. Vale, no son los mejores técnicos. Pero el Jefe de Proyecto no es un rol técnico. En el mundo empresarial, tener razón es irrelevante. Lo importante es que te den la razón.

Combinaciones potencialmente inestables:

Hay combinaciones potencialmente inestables que debes evitar a toda costa.

La más habitual es Jefe de Proyecto de pensamiento y consultor de influencia. Uno tiene los conocimientos para liderar, el otro ha nacido para liderar. Uno tiene razón, al otro le dan la razón. Cuando haces esta combinación, se desata una guerra que siempre gana el consultor de influencia.

Sin embargo, la combinación Jefe de Proyecto de influencia y consultor de pensamiento es invencible.

Otra combinación explosiva es Jefe de Proyecto de ejecución y consultor de pensamiento. El primero se queja de la falta de compromiso, el segundo de que van en la dirección equivocada. Prepárate para escuchar quejas sin fin.

La combinación de consultores de pensamiento y ejecución funciona muy bien cuando el primero de ellos es el Líder Técnico.